El 30 de julio de 2016 visité Quintana. Begoña, hija de Paz y Ausencio, me enseñó la fotografía que viene a continuación. En ella está su madre, nacida en 1928. Calculamos que cuando se hizo esta fotografía tenía 6 ó 7 años, quizá 8 (es la 4ª de la fila de abajo contando desde la izquierda). Entonces, la fotografía es de 1934 ó 1935. Descarto que sea de años posteriores, veo que las chicas (47) están bien alimentadas.
Dándole más vueltas a la foto, también podría ser del primer semestre de 1936. Mi madre Juliana, a primera vista, no está en la foto. Como nació en Agosto de 1921, hasta agosto de 1936 no cumplió los 15 años. En el primer semestre de 1936 tenía 14 años y por lo tanto debería estar, pero... estaba en Madrid, a donde se fué a primeros de 1936. Allí le sorprendió la guerra civil y allí estuvo los 3 años que duró.
Ahora toca el bonito juego de saber quién es quien. Los más veteranos de
Quintana conocieron a Doña Felipa, maestra en el pueblo durante muchos
años. Yo nací en 1949 y cuando fui a la escuela a los 6 años, había un
maestro para todos los chicos de 6 a 14 años, y una maestra para todas
las chicas.
Como he vivido pocos años en Quintana, soy el menos indicado, pero sí reconozco a:
Fila de arriba, empezando por la izquierda, a Elisa (8) y a Orosia (10)
Fila de enmedio, a Engracia (1)
Fila de abajo, a Paz (4) y a Flor (8)
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Todas las jóvenes en edad de escolarización de Quintanaloranco, seguramente en el
primer semestre de 1936. Las 47 alumnas posan con su maestra Doña Felipa. |
Y hablando de escuela, yo creo que en el pueblo no había analfabetos. Todos los chicos y chicas pasaban por la escuela desde los 6 a los 14 años. Tenemos algunos escritos antiguos de mis padres, como los siguientes. Me figuro que todos en el pueblo escribían así de bien. (Pinchar con la parte izquierda del ratón para ver el escrito o las fotos un poco más grandes).
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Manuscrito de mi madre Juliana redactado al dictado de su maestra cuando tenía casi 11 años
(03.06.1933). Forma parte del cuaderno escolar, que hemos hallado íntegro.
Véase la elegancia de la letras mayúsculas, esa M con su rulito a la izquierda.
Cada palabra tiene unidas todas sus letras. Qué bien se lee todo. Dice al final:
"Feliz día en que los buques sirvan para unir a los hombres. Maldita sea la guerra". |
Fin